El 21 de octubre de 1923, en Múnich, se vio por vez primera un cielo estrellado artificial. Nacía así el primer planetario, gracias al proyector de luz óptico-mecánica inventado por la empresa Carl Zeiss.
Hace 100 años, el 21 de octubre de 1923, en Múnich, Alemania, se vio por vez primera un cielo estrellado artificial cuando la empresa Carl Zeiss presentó el primer planetario basado en la proyección de luz óptico-mecánica, desarrollado para el Deutsches Museum.

Aquella primera demostración pública significó el nacimiento del planetario moderno, aunque fue hasta el 7 de mayo de 1925 cuando su proyector de estrellas entró en funcionamiento regular en el museo para el que fue desarrollado.
Al proyector de Carl Zeiss se le conoció como “La maravilla de Jena”, por su capacidad de acercar el cielo, reproduciendo con fidelidad la posición de las estrellas en el firmamento. Y esa maravilla empezó a difundirse por el mundo entero.
Mucho han evolucionado los planetarios 100 años después del invento de Jena. Hoy en día hay planetarios pequeños y grandes, fijos y móviles, optomecánicos y digitales. La tecnología los puede hacer diferentes, pero hay algo que los une: la capacidad de maravillar con su cielo salpicado de estrellas a los miles de visitantes que atienden.
Desde el momento mismo en que cruzan la puerta de acceso a la sala, niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, se sorprenden por igual, levantan la vista, demuestran la emoción, sonríen. Pero cuando las luces se apagan, el verdadero show inicia y comienza el viaje al espacio exterior.

Los planetarios nos permiten ahora conocer más de nuestra galaxia, nos muestran las características de los planetas y las fases de la Luna. Con sus viajes visuales nos llevan hasta las constelaciones, nos acercan al Sol o a un agujero negro. Los planetarios nos muestran la trayectoria de un eclipse, el avance de la humanidad en la exploración del espacio, ayudan a comprender de dónde venimos y nos permiten vistas desde afuera de nuestro planeta hogar.
Con sus contenidos siempre en constante actualización y de la mano de la tecnología, que también evoluciona velozmente, los planetarios son recintos para una experiencia educativa que despierta emociones únicas.
De acuerdo con la Worldwide Planetariums Database, en el mundo operan 4 mil 53 planetarios (https://planetariums-database.org/), entre ellos, activo desde 2018, se encuentra el Planetario y Centro Interactivo de Jalisco “Lunaria”.

Con un domo equipado con la mejor tecnología en sistemas de proyección con capacidad para 27 millones de pixeles en 2D y 3D y una pantalla de aluminio perforado con diámetro de 18 metros, Lunaria abre una ventana al Universo para mostrar qué hay en el cielo y más allá; contribuye a la labor de contar la historia de nuestro Sistema Solar, de nuestro planeta, de nuestros propios orígenes.
Lunaria despierta la curiosidad sobre el cielo y los secretos de lo desconocido; sumerge en la contemplación y la admiración de mundos distantes, haciendo honor a los aportes de “La maravilla de Jena” que nos trajo el cielo a la Tierra.
¿SABÍAS QUE?
- El primer planetario abierto al público en México fue el Luis Enrique Erro.
- Inaugurado en enero de 1967, es uno de los más antiguos de América Latina.
- Su proyector era de la marca Carl Zeiss, modelo Mark IV, compuesto por 29 mil piezas de 2 mil tipos distintos.
- Sus 150 proyectores permitieron observar la posición real del Sol, los planetas, la Luna, las estrellas, la Vía Láctea y todos los cuerpos celestes apreciables a simple vista, tal como se observarían desde cualquier punto de la Tierra y a cualquier hora del día o de la noche.