¿Dónde viste el eclipse? En Lunaria, 3 mil 200 personas nos acompañaron para presenciarlo a través de telescopios, lentes certificados, vidrios sombra 14, cajas estenopeicas y la sombra de los árboles. ¡Tuvimos un gran ambiente!
Fue una mañana festiva. Tres mil 200 personas se reunieron este sábado 14 de octubre en la explanada del Planetario para contemplar uno de los fenómenos más impresionantes que podemos presenciar en la Tierra: Un Eclipse de Sol.


Desde temprano empezó el flujo de adultos, jóvenes, niños y personas de la tercera edad, todos dispuestos a disfrutar de este evento astronómico.
Respondiendo a la invitación del Planetario, decenas de familias llegaron con su material para armar una caja estenopeica que les permitiera observar el fenómeno de manera indirecta segura. Papás y mamás trabajaron con sus hijos en una dinámica familiar de construcción de este artefacto, bajo la orientación de los guías de Lunaria.
Llegado el momento, ¡a observar! Fueron poco más de tres horas de ser testigos del entusiasmo de la gente, escuchar sus expresiones de asombro y ver sus caras sonrientes después de presenciar cómo la Luna eclipsaba al Sol.

No hubo quien se quedara sin admirar la belleza de las postales que nos estaba dando la cercanía aparente del satélite y nuestra estrella. La Luna, oscura, avanzaba poco a poco hasta eclipsar 62 % del diámetro del Sol, ofreciendo una vista inolvidable.
El público pudo observar a lo largo de las tres horas las diferentes fases del fenómeno. No importaba la espera para ver a través de los telescopios y los lentes sombra 14 que Lunaria puso a su disposición; hubo quienes se formaban una y otra vez para volver a admirarlo, mientras muchos otros asistentes volteaban hacia el cielo con sus lentes para eclipses certificados. Hubo quien llegó con todo y careta de soldador equipada con el filtro indicado.
Otras escenas las daban quienes se divertían buscando que la luz del astro rey ingresara a su caja estenopeica a través de un diminuto orificio para poder verlo proyectado en su interior.


Para niños y adolescentes, fue la primera experiencia de este tipo y no ocultaban su asombro; algunos adultos compartían anécdotas del que les tocó presenciar en 1991.
Y así, bajo el eclipse, se presentó la ocasión perfecta para un pícnic astronómico familiar en los jardines del Planetario. Sombrillas, sillas plegables, manteles, mantas, variedad de alimentos para el desayuno, botanas, pero sobre todo mucho entusiasmo, complementaron el ambiente festivo.
Si te lo perdiste ve tomando nota: nos veremos el 8 de abril de 2024 para presenciar el segundo eclipse de Sol que será todavía más espectacular pues será total.
