La historia del Planetario y Centro Interactivo de Jalisco “Lunaria” no puede contarse sin remitirse al desaparecido Centro de Ciencia y Tecnología Planetario “Severo Díaz Galindo”.

Inaugurado el 18 de diciembre de 1982, aquellas instalaciones estuvieron equipadas para que la población pudiera conocer a las ciencias de una manera lúdica y con calidad.

Notas periodísticas publicadas en medios de comunicación locales, como El Informador y Crónica, nos remiten a las mejores épocas del espacio: en particular llamaba la atención el eje temático de la astronomía.  Los visitantes podían disfrutar de una visita nocturna a su observatorio donde, a través de charlas didácticas, aprendían a observar las estrellas y a ubicar las constelaciones. El deleite final de esta experiencia era apreciar el manto estelar usando los telescopios disponibles.

Además, en la bóveda de su multi-teatro, con un equipo de punta en ese momento, se proyectaba una recreación lumínica del firmamento, así como documentales y espectáculos multimedia sobre el universo, el sistema solar, la Tierra y la naturaleza.

En el “Severo Díaz Galindo” los visitantes aprendían también de agricultura, medicina, telecomunicaciones, biología, aeronáutica, paleontología y física, con un diseño museográfico  planeado por el Grupo Alfa, de Monterrey, Nuevo León.

De hecho, está en la memoria de muchos tapatíos la sala de física recreativa que llamaba la atención porque se podía interactuar directamente con fenómenos electromagnéticos, gravitacionales y ópticos.

Igualmente, muchos recuerdan el avión de la Fuerza Aérea Norteamericana F-105B Thunderchief y la cabina del Boing 707 en la que experimentaron la sensación de abordar, de ajustarse el cinturón de seguridad y en la que conocieron cómo es la cabina de los pilotos, con sus tableros con foquitos multicolores, botones, dispositivos, pantallas monocromáticas, palancas y pedales.

Con un sismógrafo que funcionaba en tiempo real, ese Planetario sirvió también como centro de investigación de fenómenos telúricos.

Concebido por el arquitecto Eduardo Brosstats y ubicado al norte de la ciudad, por el rumbo de la Barranca de Huentitán, impulsó la gestación de clubes de radio aficionados, modelismo, aviones de radio control y astronomía, que representaban el interés por la ciencia y la divulgación.

Vivir en Guadalajara era vivir la experiencia de visitar aquel Planetario. Desde ahí se llegó a transmitir el programa infantil del Canal 6, “Retedivertido”, del títere Sixto y el conductor “Checo”, con la finalidad de invitar a los tapatíos a adentrarse en el mundo fascinante de la ciencia.

El Severo Díaz Galindo fue desmantelado entre 2009 y 2010. Ahora, el Planetario y Centro Interactivo de Jalisco “Lunaria” significa el regreso a Guadalajara de un espacio de talla internacional que retoma la labor iniciada por su antecesor a favor de la divulgación de la ciencia y la tecnología.