Los micro robots mexicanos de la misión Colmena arderán junto con la nave Peregrine que los llevaba a la Luna cuando la impacten contra la atmósfera terrestre; sin embargo dejan las bases para Colmena 2
Tras la falla de una válvula en el sistema de propulsión, que hizo imposible la llegada a la Luna, la nave Peregrine, que transportaba 5 micro robots de la misión mexicana Colmena, viene de regreso a la Tierra, pero se desintegrará junto con sus 20 cargas útiles a bordo.
Este jueves 18 de enero, aproximadamente a las 15:00 horas, el vehículo de la empresa privada Astrobotic, se impactará contra el escudo terrestre, probablemente al norte de Australia.
Gustavo Medina Tanco, investigador titular de la UNAM y responsable de la misión Colmena, afirmó en redes sociales que con los pequeños robots se aprendió cómo poner a México en ruta a la Luna.
“Es un fin glorioso pues es el inicio de Colmena 2 que volará a la Luna en 2027, construida sobre los cimientos de esta gran pequeña misión que nos permitió aprender, desarrollar los principios de una tecnología innovadora y formar una generación de jóvenes talentos en el sector espacial”, añadió.
De acuerdo con Medina Tanco, Colmena fue encendida y operada en el espacio profundo, alcanzando un éxito de 75% en sus objetivos originales.
“Colmena se convirtió en un hito histórico al llevar nuestra tecnología a un nivel donde pocos países lo han hecho con anterioridad, viabilizando el diseño de la misión Colmena 2, la segunda de la serie, que será también la encargada de ejecutar ese 25% de objetivos científicos sobre la superficie de la Luna que Colmena no pudo ejecutar”, añadió.
Los micro robots se desplazarían en la Luna para mostrar la posibilidad de crear estructuras, probar la capacidad de movilidad adecuada que les permita conectarse electrónicamente y formar un panel solar.
Su misión era realizar mediciones de temperatura a un centímetro de la superficie lunar y su evolución con la inclinación del Sol; medir el diámetro de partículas de regolito o polvo lunar en levitación,, así como el envejecimiento de materiales poliméricos, entre otros experimentos.
Peregrine se lanzó el 8 de enero y, con todo y la falla que le impidió un alunizaje, logró llegar a 390.000 kilómetros de nuestro planeta. La decisión de estrellarla contra la atmósfera de la Tierra se tomó para no crear escombros en el espacio cislunar, informó Astrobotic en un comunicado.
«Debemos equilibrar nuestro propio deseo de extender la vida de Peregrine con el riesgo de que nuestra nave espacial dañada pueda causar un problema en el espacio cislunar. Como tal, hemos tomado la difícil decisión de mantener la trayectoria actual de la nave espacial para reingresar a la atmósfera terrestre”, recalcó.
